Yo no puedo decir aquello que cantaban en aquel magnífico disco grabado en La Mandrágora por Joaquín Sabina, Javier Krahe y Alberto Pérez: "Pasando de insectos...". Éste a todos nos cae bien y hasta en algunos lugares es símbolo de buena suerte. Efectivamente se trata de la Mariquita -a mí la que más me gusta es la ocelada (Anatis ocellata)-. Es gran cazadora de pulgones, cochinillas, ácaros..., que mantiene bajo control, y de colores muy brillantes y llamativos: rojo, negro, amarillo y anaranjado. Como es lógico no es para agradarnos la vista sino para advertir a sus depredadores que son venenosas. Pese a ello, algunas especies depredan sobre ellas ya que son inmunes al veneno que exudan, como por ejemplo: las golondrinas. Acuarela y tinta china indeleble.
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